Tras la biografía-homenaje a
Javier Clemente que podéis ver aquí, qué mejor equipo para analizar que su
Athletic de Bilbao. Aquel Athletic con el que se consagró ganando la Liga en la
82/83, el doblete (Liga y Copa) en la 83/84 y la Supercopa de España de la
84/85.
El comienzo de la década de los
80 se recordará por el protagonismo que tuvieron los equipos vascos, con la
Real Sociedad de Ormaetxea (que contaba con Arconada, Perico Alonso,
Satrústegui, López Ufarte…) proclamándose vencedora de los campeonatos de
1980/1981 y 1981/1982, y el Athletic de Bilbao de Clemente haciendo lo propio
con los de 1982/1983 y 1983/1984.
Eran tiempos en los que la Liga
no estaba dominada en exclusiva por Real Madrid y Barcelona, y en los que
existían reglas de juego que hacían que los partidos fueran diferentes a como
fueran ahora. Una de las más destacables era la posibilidad de ceder el balón
al portero y que éste lo agarrara con las manos, lo que daba una clara ventaja
al equipo que se ponía por delante en el marcador ya que podía perder tiempo
empleando esta táctica una y otra vez. Otra regla que alejaba aquel fútbol del
de hoy en día era el cupo de dos jugadores extranjeros por alineación.
Antes de la llegada de
Clemente, el Athletic había completado unas mediocres tres últimas temporadas,
quedando 9º, 7º y 9º. Todo cambió con el nuevo entrenador, que llevó
celebraciones y títulos a Bilbao, y sacó la gabarra por el Nervión por última
vez hasta hoy.
Entramos a analizar el sistema de juego que Clemente utilizó en aquel Athletic de Bilbao. El de Baracaldo ponía sobre el campo una alineación que se distribuía según un 4-3-3 como sigue:
Entramos a analizar el sistema de juego que Clemente utilizó en aquel Athletic de Bilbao. El de Baracaldo ponía sobre el campo una alineación que se distribuía según un 4-3-3 como sigue:
Aspectos importantes del
sistema:
1. Juego directo: se bombardeaba literalmente al equipo rival mediante un juego directo. Una y otra vez se atacaba con balones largos, convirtiéndose los centrocampistas en jugadores de mucho juego sin balón que llegaban a posiciones de peligro a menudo. Esto ponía al equipo en peligro de partirse en dos, pero ahí es donde entraban en juego poniendo el equilibrio necesario el pivote (normalmente De Andrés) y uno de los centrocampistas (generalmente Gallego), éste último sobre todo en los partidos fuera de casa.
1. Juego directo: se bombardeaba literalmente al equipo rival mediante un juego directo. Una y otra vez se atacaba con balones largos, convirtiéndose los centrocampistas en jugadores de mucho juego sin balón que llegaban a posiciones de peligro a menudo. Esto ponía al equipo en peligro de partirse en dos, pero ahí es donde entraban en juego poniendo el equilibrio necesario el pivote (normalmente De Andrés) y uno de los centrocampistas (generalmente Gallego), éste último sobre todo en los partidos fuera de casa.
2. Hombre objetivo: mediante balones por alto se dirigía el balón
al centro, donde lo bajaba el hombre objetivo (Noriega, Endika y más tarde
Julio Salinas), o a la derecha, donde lo bajaba el extremo delantero de esa
banda (Dani, que a pesar de no ser alto tenía una gran capacidad para luchar
los balones por alto, o Sarabia). Estos jugadores que dominaban el juego aéreo
marcaban una buena cantidad de goles de cabeza por campaña, aprovechando
centros desde las badnas. También permitían que, con el balón, llegaran de cara
a posiciones de peligro sus compañeros, ya fueran los dos centrocampistas más
adelantados, los otros dos delanteros o los laterales. Esto funciona mejor
cuando la defensa rival se sitúa retrasada, y Clemente conseguía esto con los
dos delanteros de banda, que tenían libertada para cambiarse de lado y
constituían una amenaza constante para cualquier línea defensiva adelantada.
3. Lucha y garra sostenidas: sobre todo en los partidos en San
Mamés, el Athletic era una apisonadora. No se presionaba a todo el campo por la
regla que permitía la cesión a las manos del portero, pero la presión era clara
a partir de dos tercios. El que iba andando, no jugaba, y claro ejemplo de esto
fue Sarabia. Se jugaba como un auténtico equipo y no solía destacar ninguna
individualidad, repartiéndose los goles entre muchos jugadores.
4. Jugadas a balón parado: el Athletic aprovechaba su superioridad
en el juego aéreo en las faltas y en los córners. Conseguía un gran número de
córners a favor en cada partido, y los dos centrales (Liceranzu y Goikoetxea)
subían a rematar con un muy buen ratio de eficacia, asegurando entre los dos
una buena cifra de goles por temporada para lo que es normal en un central.
Traduciendo todo el sistema al motor de juego de Football Manager 2014, esto es lo que queda:
Traduciendo todo el sistema al motor de juego de Football Manager 2014, esto es lo que queda:
Veamos con algo más de detenimiento qué roles de FM tendrían
los jugadores de aquel Athletic. En demarcaciones centrales (en este caso,
defensas centrales, y centrocampistas), primero el que juega en la parte
derecha:
POR (portero, defender): Zubizarreta. Portero sobrio y seguro, siempre bien colocado y con una gran jerarquía para ordenar a su defensa. Jugó como titular cuatro Mundiales consecutivos con España (1986, 1990, 1994 y 1996), además de dos Eurocopas (la de 1988 y la de 1996, al no haberse clasificado España para la de 1992). Como anécdota, recordar cómo gustaba de marcar una línea desde el punto de penalti hasta la línea de gol de su portería con el fin de que le sirviera de referencia para la colocación.
DFD (lateral, apoyo): Urquiaga. Un auténtico pulmón en la banda derecha, era capaz de subir y bajar innumerables veces, aunque siempre sin tomar muchos riesgos.
DFI (lateral, apoyo): Núñez/De la Fuente. Quizá ambos de corte más defensivo que Urquiaga, pero también apoyaban al equipo en fase ofensiva pasando de vez en cuando del mediocampo.
DFC (defensa central, defender): Goikoetxea. Central fuerte y agresivo, dominador del juego aéreo, era un seguro atrás. Es tristemente conocido por las entradas que lesionaron a Schuster (baja por un año) y a Maradona (baja por tres meses y medio), lo que le valió el apodo de “el carnicero de Bilbao”, o que The Times le proclamara como el jugador más duro de la historia del fútbol.
DFC (defensa central, defender): Liceranzu. Le llamaban Rocky por su fortaleza y por su carácter luchador. Era otro defensa de perfil fuerte y seguro por arriba, gran rematador de córners.
POR (portero, defender): Zubizarreta. Portero sobrio y seguro, siempre bien colocado y con una gran jerarquía para ordenar a su defensa. Jugó como titular cuatro Mundiales consecutivos con España (1986, 1990, 1994 y 1996), además de dos Eurocopas (la de 1988 y la de 1996, al no haberse clasificado España para la de 1992). Como anécdota, recordar cómo gustaba de marcar una línea desde el punto de penalti hasta la línea de gol de su portería con el fin de que le sirviera de referencia para la colocación.
DFD (lateral, apoyo): Urquiaga. Un auténtico pulmón en la banda derecha, era capaz de subir y bajar innumerables veces, aunque siempre sin tomar muchos riesgos.
DFI (lateral, apoyo): Núñez/De la Fuente. Quizá ambos de corte más defensivo que Urquiaga, pero también apoyaban al equipo en fase ofensiva pasando de vez en cuando del mediocampo.
DFC (defensa central, defender): Goikoetxea. Central fuerte y agresivo, dominador del juego aéreo, era un seguro atrás. Es tristemente conocido por las entradas que lesionaron a Schuster (baja por un año) y a Maradona (baja por tres meses y medio), lo que le valió el apodo de “el carnicero de Bilbao”, o que The Times le proclamara como el jugador más duro de la historia del fútbol.
DFC (defensa central, defender): Liceranzu. Le llamaban Rocky por su fortaleza y por su carácter luchador. Era otro defensa de perfil fuerte y seguro por arriba, gran rematador de córners.
CDC (pivote organizador, defender): De Andrés. Se trataba de un mediocentro bueno táctica y técnicamente, lo que le permitía proteger al equipo en fase defensiva y sobre todo en los contraataque, así como repartir juego cuando era necesario.
MEC (mediocampista, ataque): Urtubi/Sola. Tanto Urtubi como Sola eran centrocampistas técnicos, con la clase suficiente para marcar una buena cantidad de goles cada temporada. Se incorporaban a menudo al ataque y eran un peligro para el rival tanto como rematadores de centros como con sus tiros lejanos. Además, Urtubi daba un plus en defensa con el que quizá Sola no contaba.
MEC (mediocampista, apoyo): Gallego/Urtubi. Gallego, sobre todo para los partidos fuera de casa, era la opción más defensiva. Sin embargo, era habitual que en muchos partidos, especialmente los que se jugaban en San Mamés, la pareja de centrocampistas fueran Urtubi y Sola.
DCD (extremo, ataque). Dani/Sarabia. Dani era un veterano que venía siendo el goleador del equipo. Era técnico y capaz de jugar a banda cambiada y, a pesar de medir 1,70, contaba con un gran remate de cabeza y una gran capacidad de lucha que le permitían pelear con gran éxito los balones aéreos. Sarabia era un jugador también técnico y dominador del juego aéreo con su 1,83, pero carecía de la entrega de su compañero.
DCC (hombre objetivo, ataque): Noriega/Endika. La punta de lanza del equipo, ambos eran delanteros altos y fuertes capaces de rematar a gol los centros desde las bandas y de bajar el balón para sus compañeros.
DCI (extremo, ataque): Argote. Con una zurda prodigiosa, era capaz de poner grandes centros y excelentes saques desde el banderín de córner. Además, no era bajo (1,80), lo que siempre le convertía en un hombre a tener en cuenta en los balones aéreos.
Aquí podemos ver el último partido de la Liga 1983/1984, en el que el Athletic se jugaba el campeonato, justamente contra la Real Sociedad:
Y aquí la final de la Copa del Rey de esa misma campaña, ante el Barcelona,
aunque en una peor calidad y con un molesto zumbido de fondo:
Javier Clemente atizó al Barcelona tras perder la final de la Supercopa de España.
ResponderEliminarJavier Clemente: "Em va sorprendre que el Barça fes fora Ernesto Valverde. Portem entrenadors de 'casa Cristo' que no tenen ni idea de com funciona l'Athlètic"