Nos situamos a principios de los 90. Tras el declive de la quinta del buitre, el Real Madrid había empezado mal la década. Su eterno rival, el Barcelona, había ganado las últimas 4 Ligas a las órdenes de Cruyff y en la temporada 93/94 le había endosado un doloroso 5 a 0. Fue al término de esa temporada cuando el presidente de los blancos, Ramón Mendoza, decidió contratar como entrenador del equipo al argentino Jorge Valdano, quien como técnico del Tenerife había contribuido de manera decisiva al fracaso en Liga del que a partir de ese momento sería su nuevo club.
Valdano había descartado en verano a Amavisca y a Zamorano, y había pedido a Sosa y a Cantona. Finalmente sus pretendidos fichajes no pudieron efectuarse y tuvo que quedarse con Amavisca y Zamorano, quienes irónicamente hicieron un gran papel ese año.
Fue en esa temporada 94/95 cuando el Real Madrid salió del agujero en el que se había metido durante los últimos años. Con una atrevida propuesta futbolística basada en el 4-4-2 con el mediocampo en rombo, el Real Madrid le devolvió el 5 a 0 al Barcelona (con hat-trick de Zamorano incluido), terminando además por conquistar la Liga ese mismo año.
También hay que destacar que hizo debutar a una ristra de canteranos entre los que destaca Raúl González Blanco. Además del eterno capitán, debutaron con Valdano: Álvaro, Guti, Gómez, Marcos, García Calvo, Sandro...
En la temporada siguiente el equipo no empezó bien la Liga y el nuevo presidente, Lorenzo Sanz, decidió cesar a Valdano en la jornada 22 para traerse al que fuera entrenador del superdepor: Arsenio Iglesias. Sin embargo, Iglesias no logró un gran papel con el Madrid, que terminó la temporada 6º, y también fue destituido para traer a Capello al banquillo del Bernabéu, pero eso es ya otra historia.
Entramos a analizar el sistema de juego que Valdano utilizó en aquel Real Madrid. El argentino ponía sobre el campo una alineación que se distribuía siguiendo un 4-4-2 con el mediocampo en forma de rombo:
Aspectos importantes del sistema:
1. Toque: el balón se movía y se movía hasta que se vislumbrara una opción de jugada que pudiera producir una ocasión de gol. Casi todos los jugadores eran muy técnicos, incluidos los defensas, y es por ello que podían llevar a cabo este estilo de juego.
2. Presión y achique: se presionaba al rival para tratar de tener el balón la mayor parte del partido, y se recurría al achique para que el contrario cayera en fuera de juego. Un portero muy rápido como Buyo hacía posible esta maniobra, ya que por su velocidad y reflejos era capaz de salvar al equipo si la maniobra de achique fallaba.
3. Marcaje en zona: se realizaba un marcaje en zona, aprovechando la buena ocupación de los espacios de la formación 4-4-2.
4. Jugadores por parejas: el 4-4-2 siempre ha sido una formación que se caracteriza porque todo jugador siempre tiene cerca a otro. En el sistema en rombo de Valdano, se buscaba un equilibrio en este aspecto. Así, si una banda se prodigaba más en ataque (extremo), la otra mantenía una posición más retrasada (interior), siendo el lateral más defensivo en la banda del extremo y cumpliendo con una función más de apoyo en la del interior. Otro ejemplo claro de este equilibrio son las tareas que llevaban a cabo el pivote (Redondo/Milla) y el mediapunta (Laudrup), estando claramente destinado el primero a defender y el segundo a atacar. Los delanteros también formaban una pareja equilibrada, actuando uno (Zamorano) como ariete fijando a la defensa rival y el otro (Raúl/Amavisca) como segundo delantero merodeando y disponiendo de una mayor movilidad.
Traduciendo todo el sistema al motor de juego de Football Manager 2014, esto es lo que queda:
Veamos con algo más de detenimiento qué roles de FM tendrían los jugadores de aquel Madrid. En demarcaciones centrales (en este caso, defensas centrales y delanteros), primero el que juega en la parte derecha:
POR (portero cierre, defender): Buyo. Portero de fuerte personalidad, grandes reflejos y velocidad en las salidas. Según cómo se mire, puede considerarse como uno de los primeros porteros cierre. Pieza importante para mitigar el peligro que siempre conlleva jugar al fuera de juego.
DFD (lateral, apoyo/defender): Quique Sánchez Flores. Quizás los laterales fueran las piezas menos importantes de este Real Madrid, pero no se puede negar que ambos cumplían con su papel.
DFI (lateral, apoyo/defender): Luis Enrique/Lasa. Hasta la lesión de Míchel, fue Luis Enrique quien ocupó el puesto de lateral izquierdo. A partir de entonces jugaría de interior diestro, ocupando el lateral Lasa.
DFC (defensa con toque, cubrir): Sanchís. Un central atípico de los que ya no hay. No era muy alto, pero lo compensaba con garra y capacidad de liderazgo. Disponía de un gran regate muy raras veces visto en un central y un buen disparo desde fuera del área. Sabía cómo sacar siempre el balón jugado.
DFC (defensa con toque, tapón): Hierro. Otro mítico central de los que hoy no se encuentran. Lo tenía todo, fallando únicamente en la velocidad, que nunca fue su punto fuerte. Pase, disparo, salto, colocación, desmarques, resistencia, fuerza, liderazgo, determinación... Sin duda uno de los mejores jugadores de la historia.
CDC (pivote organizador, defender): Redondo/Milla. Muchas veces se oye que hoy en día no hay pivotes como Redondo, capaces de ocupar ellos solos esa parcela del campo en tareas defensivas y de sacar el balón jugado sin necesidad de un compañero (doble pivote). Vino del Tenerife de la mano de Valdano y era un jugador muy técnico e inteligente. Siempre sabía donde colocarse y no se andaba con remilgos a la hora de luchar la pelota. Además disponía de una gran técnica para poner el balón donde quería e, incluso, para el regate.
MED (interior/extremo, apoyo): Luis Enrique/Míchel. Como cualquier jugador de banda en un 4-4-2, Luis Enrique y Míchel aportaban equilibrio al sistema. La polivalencia del primero y la calidad técnica del segundo eran muy apreciadas por Valdano.
MEI (extremo/interior, apoyo): Amavisca/Martín Vázquez. Lo mismo que en la otra banda. Recordemos que si una banda era más ofensiva, la otra era más defensiva. Tanto Martín Vázquez como Amavisca eran jugadores técnicos e inteligentes capaces de dar al equipo lo que necesitara en cada momento.
MPC (enganche, ataque). Laudrup. El Barcelona lo descartó por el cupo de extranjeros, quedándose con Koeman, Stoichkov y Romario, lo que resultó ser un error para los blaugranas, que vieron como el danés hizo lo que quiso en aquel 5 a 0 recibido en el Bernabéu. En el sistema de Valdano, Laudrup era el jugador que ponía la magia. Era casi con total seguridad el más técnico del equipo, muy inteligente y con un físico que le permitía presionar y sacar ventaja a sus rivales, y además tenía gol.
DLC (delantero avanzado, ataque): Zamorano. El chileno que había sido descartado por Valdano en verano, le demostró que realmente valía para el Real Madrid. 28 goles marcó en Liga, haciéndose con el premio pichichi de aquella temporada. Tenía un magnífico olfato de gol y una gran capacidad para el desmarque, lo que le sirvió para hincharse a meter goles, surtido por todos los jugadores de gran técnica que tenía detrás.
DLC (segundo delantero, ataque): Raúl/Amavisca. El delantero que merodeaba y contaba con una gran movilidad en la línea de ataque. Amavisca marcó 10 goles esa temporada, jugando muchos partidos en la posición de interir zurdo, y de Raúl poco hay que decir que no se sepa. Debutó esa misma temporada ante el Zaragoza y marcó su primer gol en el siguiente partido ante el Atlético de Madrid.
En el siguiente vídeo podemos ver el partido de la primera vuelta de la Liga de 1994/1995, en el que el Real Madrid en el Santiago Bernabéu derrota al Barcelona devolviéndole el 5 a 0 que los blaugranas les endosaron la temporada anterior en el Camp Nou:
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